EL HOTEL


Sin excesos, sin estridencias. Así fue pensado EOLO: con la austeridad como concepto, pero también como origen y como destino. Inspirado en las antiguas estancias de la zona, el hotel entero -desde los muebles hasta la vajilla- combina la estructura simple de las viviendas criollas con la huella de los pueblos originarios y las líneas de vanguardia de la arquitectura moderna.

El emprendimiento estuvo a cargo de Juan José Drago y se realizó bajo la supervisión estética y conceptual del arquitecto Fernando Bustillo, nieto del célebre Alejandro Bustillo, el nombre y el talento que estuvo detrás de hoteles como el Llao Llao (en Bariloche) y el Provincial (en Mar del Plata).


El diseño de EOLO permite que el hotel dialogue con su entorno. Todos los espacios tienen vista al exterior, y la dinámica del edificio gira en torno a un elemento vital: el jardín central. Una superficie que facilita la circulación dentro de las instalaciones y que permite gozar del aire libre a resguardo del viento. Desde allí, se puede respirar la frescura patagónica y disfrutar de los guiños formales de un espacio simple, que se renueva a diario con la convicción de que la fuerza, siempre, está en los detalles.